Mientras afuera del hospital el mundo entero se encuentra sumergido en una vida cargada de preocupaciones, y estrés, donde lo único que importa es el trabajo, el dinero, la tecnología... los niños, dentro de las salas del hospital , en sus camas, sueñan inmersos en mundos de ilusión y fantasías, donde los seres mágicos como las hadas, los ángeles los llenan de alegría y esperanza.
Javiera y sus hadas.
La Copa de las Hadas.
¿Fue en las islas de las rosas,
en el país de los sueños,
en donde hay niños risueños
y enjambre de mariposas?
Quizá.
En sus grutas doradas,
con sus diademas de oro,
allí estaban, como un coro
de reinas, todas las hadas.
Las que tienen prisioneros
a los silfos de la luz,
las que andan con un capuz
salpicado de luceros.
Las que mantos de escarlata
lucen con regio donaire,
y las que hienden el aire
con su varita de plata.
Ruben Darío.
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