Hoy continuamos con las figuras decorativas para el árbol de navidad. Realizamos la galleta de jengibre y el hombrecito de nieve. Los niños han hecho verdaderas maravillas! Aquí les presento como fue la actividad...
La Galleta de Jengibre
Amo las galletas de jengibre y después de verla personificada en la película de Shrek, compruebo que se ha convertido en el personaje favorito de niños y adultos. Este video es para matarse de las risas...
La galleta de jengibre es un típico navideño, tan solo verla, uno puede sentir su aroma, ese aroma a navidad con las esencias que al hornearla impregnan todo el ambiente...ummm... se me hace agua la boca.
Jésica haciendo su galleta de jengibre con porcelana fría
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4izfggU3UHYKiplHHdG9qohtMcTwfN9igdkrwz1sZ49EognZX8QBiT5IsriDvdtYlIGn3_71R4jItTXf-d66vmPwDlvMUqnu5EC5G8Btpj8BjC0ji4GtNGIDr8vuIG6AhzdLO89AJHGI/s320/IMG01041-20111107-1317.jpg)
"Galletas de Jengibre"
Cantidad personas: 4Ingredientes:
- 100 gr margarina
- 2 1/2 taza(s) harina
- 1/4 taza(s) azúcar
- 1 cucharada(s) miel derretida
- 1/4 cucharadita(s) jengibre
- 1 cucharadita(s) bicarbonato
- 1 yema (s)
- 1/2 cucharadita(s) canela
- 1/8 cucharadita(s) nuez moscada
- clavos de olor
- limón(es) (su ralladura)
Unir todos los ingredientes, dejar reposar en el refrigerador por 30 minutos. Uslerear y cortar con moldes. Hornear 8 minutos a fuego fuerte. Una vez frías, adornar con glasé y mostacillas de colores.
Colocándole el decorado...
La galleta esta listá...¡Para comérsela!
La galleta de jengibre de Deadayane
Luego de darle forma a la galleta, le colocas crema por todo el borde, una sonrisa pícara...
ojos y botones de dulces. ¡Qué deliciosa quedó!
La Galleta de Jengibre.
Cuento
Érase una vez una viejita y un viejito que vivian solos en una antigua casita junto al camino.
Un día, la viejita decidió, como sorpresa, cocinar algo especial.
- Voy a hacer un hombrecito de jengibre - dijo.
Entonces la viejita hizo una galleta de jengibre en forma de muñeco y la puso al horno. Pero pronto oyó una suave vocecita que gritaba:
- ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir! -
La viejita se acercó al horno para escuchar mejor. Luego abrió la puerta del horno.
¡El hombrecito de jengibre salió de un salto! Atravesó la cocina a saltitos y corrió directo para afuera.
El hombrecito ya estaba corriendo por el camino antes que los viejitos alcanzaran a salir de la casa. Ellos no podían correr tan rápido como él.
- ¡Alto! Queremos comerte. ¡Alto hombrecito de jengibre! - gritaron sofocados.
Pero el hombrecito de jengibre no hizo más que cantar;
- ¡Corran, corran todo lo que puedan! ¡A mí no me podrán agarrar! ¡Soy el hombrecito de jengibre! -
Pronto el hombrecito de jengibre se encontró con una vaca.
-¡Alto hombrecito! - mugió la vaca. - Te ves muy sabroso. -
Pero el hombrecito de jengibre simplemente se puso a correr más rápido, cantando:
- ¡Corran, corran todo lo que puedan! ¡A mó no me podrán agarrar! ¡Soy el hombrecito de jengibre!
Corría y corría la vaca, pero no pudo alcanzar al hombrecito de jengibre.
Más allá se encontró con un caballo. - ¡Alto hombrecito! - relinchó el caballo.
- Pareces ser muy sabroso, y tengo hambre. -
Pero el hombrecito de jengibre simplemente se puso a correr más rápido.
Galopaba y galopaba el caballo, lo más rápido que podía, pero no pudo alcanzarlo.
- Me escapé de unos viejos y de una vaca. - gritaba el hombrecito de jengibre, cantando a medida que corría:
- ¡Corran, corran todo lo que puedan! ¡A mí no me podrán agarrar! ¡Soy el hombrecito de jengibre! -.
El hombrecito de jengibre siguió corriendo, cada vez más lejos y cada vez más rápido. Se sentía feliz y orgulloso de su rapidez.
Por fin se encontró con un zorro viejo y astuto. - ¡Alto! ¡Alto hombrecito! - le dijo el zorro, sonriendo burlón y lamiéndose los labios.
- Quiero hablar contigo -.
Pero el hombrecito de jengibre, ni se detuvo a escucharlo. Simplemente, cantó:
- ¡Corran, corran todo lo que puedan! ¡A mí no me podrán agarrar! ¡Soy el hombrecito de jengibre! -.
El zorro viejo y astuto sabía correr muy rápido y corrió tras él. Lo siguió todo el camino a través del bosque.
No había pasado mucho tiempo, cuando llegaron a un río. El hombrecito de jengibre no sabía que hacer.
El zorro viejo y astuto, no estaba muy lejos.
- Yo te ayudaré - le dijo, sonriendo para sí.
- Si saltas a mi cola te llevaré hasta el otro lado. Eatarás seguro y seco -.
Entonces el hombrecito saltó a la cola del zorro y el zorro atravesó el río nadando.
Muy pronto el zorro le dijo:
- Pesas demasiado para llevarte en mi cola, salta a mi lomo -
El hombrecito de jengibre saltó al lomo del zorro.
Muy pronto el zorro le dijo:
- Pesas demasiado para llevarte en mi lomo ¿Por qué no saltas a mi hocico? -.
El hombrecito de jengibre saltó al hocico del zorro.
Finalmente llegaron al otro lado del río. El zorro hizo la cabeza hacia atrás y lanzó hacia arriba al hombrecito de jengibre.
Luego el hombrecito de jengibre cayó y el viejo zorro hizo ¡Crac! con los dientes.
Y así terminó el hombrecito de jengibre.
FIN
"A pesar de que pueda tener un final un tanto violento, no olvidemos que el Hombre de Jengibre es comida y la comida suele acabar de esa forma, siendo consumida."
Soy la tía Carol y los dejo porque se me queman mis galletas...
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