No es fácil en la vida de un niño, pasar largos días semanas, meses, encerrados en una habitación del hospital , sin poder salir al parque, a jugar, estar con su familia querida... Sin embargo, ellos están allí, pacientemente, esperan, que todo pase, que todo esté bien, para volver a retomar la vida normalmente. Mientras, dentro de sus cabecitas existe todo un mundo en el que son libres, sueñan, vuelan...
Jesica
Ignacio
Marcela
Marcela en compañía de una cariñosa enfermera
¡Los quiero mucho mis niños! Dios los bendiga y los proteja.
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